Desde que un accidente de motocicleta dejó su espina dañada, los médicos aconsejaron a Hayden Allen que perdiera cualquier esperanza de volver a caminar.
Pero Hayden y sus médicos no contaban con que Rex irrumpiera en sus vidas. Así es como se llama el exoesqueleto robótico diseñado por dos amigos de Auckland, en Nueva Zelanda.
Hará de esto unos nueve años, Richard Little y Robert Irving fundaron la empresa Rex Bionics. La idea surgió cuando a Robert le fue diagnosticada esclerosis múltiple, lo que era lo mismo a ser sentenciado, más tarde o más temprano, a tener que pasarse el resto de su vida dependiendo de que una silla de ruedas que le llevase de acá para allá.
Una vez detectada la necesidad, se pusieron a buscar la solución. Así fue como Richard y Robert decidieron poner a trabajar toda su experiencia y todo su talento como ingenieros y desarrollaron el exoesqueleto robótico de Rex Bionics, la empresa que fundaron entre ambos.
Para gracias a esta tecnología robótica, Hayden Allen puede volver a mirarse los pies y a valerse por sí mismo gracias a este artilugio que llevan incorporados motores Maxon que permiten que las extremidades se articulen mediante movimientos uniformes.
El adiós a las muletas y a las sillas de ruedas
Se calcula que en el mundo existen alrededor de 185 millones de personas que van en silla de ruedas.
Es una multitud asombrosa de gente que vive sentada, anclada a un artefacto mecánico o eléctrico que se ha añadido a sus vidas como un apéndice más de sí mismos, que van por la vida pidiendo a todo el mundo que le abran paso debido a la poca libertad de movimientos, que necesita de un compañero de paseo que les suba en las rampas o cuando van a sortear obstáculos arquitectónicos.
Al igual que con Hayden o con Robert, el exoesqueleto Rex hace que el cuerpo se sostenga de forma externa, y logra que las personas con limitaciones o imposibilidad para moverse puedan volver a andar, además de lograr mejorar la fuerza y la resistencia de estos enfermos.
Lo que hace Rex por ellos no es ni más ni menos que permitir que vayan erguidos, andar, mantenerse de pie, hacer que giren, subir escaleras, caminar sobre superficies duras o en pendientes ascendentes o descendentes y sentarse sin otra ayuda que el exoesqueleto.
Todos estos grandes logros no son nada si lo comparamos con la sensación de mantener una conservación o contemplar a la persona querida viéndola a la altura de los ojos.
El traje exoesqueletos, ideal para quienes cargan peso cada día
Además del modelo de Rex Bionics, otras grandes compañías están desarrollando sus prototipos de exoesqueletos con los que facilitar la vida de las personas.
Es el caso del gigante surcoreano LG, que el año 2017 presentó su traje biónico SG Robotics. La principal misión para el que está diseñado es el de auxiliar a los trabajadores empleados en fábricas y almacenes.
Pensado para conceder un plus de fuerza a las extremidades superiores, inferiores y del resto del cuerpo de los trabajadores que realizan tareas de manipulación y desplazamiento de pesos.
Además, es un modelo dotado de comunicación inalámbrica que funciona en red con otros robots y sistemas que operan a distancia.
Los exoesqueletos CLOi de LG ofrecen un amplio variado catálogo de opciones que se adaptan a las necesidades de los clientes. Funcionan como carritos de la compra, asistente en el hogar o robots de limpieza.
Este ingenio ha sido especialmente diseñado para actuar como refuerzo de las extremidades inferiores, mejorando la movilidad y la resistencia de ambas piernas, además de funcionar aunque se esté sentado.
Cuenta con articulaciones que ejecutan movimientos naturales estilo sandalia, y pueden ponerse encima de la ropa en poco tiempo.
Levantar hasta 450 kilos
Otra compañía que lleva diseñando robots orientados a aplicaciones que mejoran la seguridad y la productividad en las fábricas y centros de trabajo es Sarcos Robotics.
A lo largo de este año 2019 o a más tarde en 2020, la Sarcos pretende lanzar al mercado hasta tres modelos distintos de exoesqueletos con otros tantos tipos de funciones.
Lo que tienen común a los tres es que concederá a las personas que los lleven una gran capacidad para levantar pesos pesados.
El módelo Guardian XO está diseñado como exoesqueleto de cuerpo entero que hará que el portador alcance a levantar resistencias de hasta 36 kilos.
El segundo miembro de la familia es el Guardian XO Max, que cuenta con un diseño más aparatoso, pero que logrará que el operario que lo guíe -tanto sobre la armadura o de forma remota- pueda mover hasta 90 kilogramos de peso.
El hermano mayor de la serie es el denominado Guardian GT. Son dos colosales miembros mecánicos que logran mover y levantar casi media tonelada de peso, hasta 450 gramos para ser más precisos.
Para salvaguardar la seguridad del empleado que opere con ellos, los tres modelos han sido pensando para preservar una distancia de seguridad que protege el cuerpo de la persona del radio de acción de los exoesqueletos.
Ford, una de las primeras en utilizar exoesqueletos en sus fábricas
Como hemos visto en este artículo, la variedad de los usos de los exoesqueletos para mejorar la vida de las personas, van desde la mejora de la calidad de vida de los sujetos con movilidad reducida o artificios que facilitan la manipulación de pesos.
También la industria del automóvil se está sirviendo de estos ingenios mecánicos para implantarse en sus cadenas de producción.
Es el caso de la norteamericana Ford. En su planta de Amussafes en Valencia, algunos de sus operarios van equipados con exoesqueletos para facilitar aquellas tareas manuales que requieren de un sobreesfuerzo musculoesquelético, y que son la fuente que causa en Europa seis de cada diez de todas las bajas laborales.
El exoesqueleto de Ford está diseñado específicamente para manipular componentes pesados o cuando los operarios deben levantar o fijar piezas por encima de su cabeza.
Este artilugio de Ford alivia los esfuerzos biomecánicos de sus trabajadores, relajando la tensión que reciben los hombros, los brazos y la espalda.
Los androides ya están aquí y han llegado para ayudarnos a vivir mejor en forma de exoesqueletos.